¿Existe el lugar más feliz del Perú? De acuerdo con el psicólogo Jorge Yamamoto, sí y se encuentra en el Valle del Mantaro. Sus habitantes no se avergüenzan ni de sus orígenes ni de sus tradiciones. Una de las razones principales es que su región es una de las zonas más prosperas de los Andes y del Perú. ¿Qué nos puede decir la historia sobre este hermoso lugar?
Para el historiador Nelson Manrique, existen ciertos factores que explican la excepcionalidad de Junín. Retrocedamos hasta la temprana colonia, hacia 1562: el cacique de Hanan Huanca, don Felipe Guacrapaucar viajó a España para comprobar el apoyo de los huancas al proceso de conquista del Tahuantinsuyo y solicitar que su etnia sea considerada una nación aliada. Gracias a sus esfuerzos, el rey Felipe II les concedió una Real Cédula en 1571 que prohibía la constitución de haciendas en el Valle de Mantaro.
Esta es una de las razones centrales por las que los huancas mantuvieron cierta independencia económica a diferencia de otras regiones de los Andes en la etapa virreinal. Además de ganaderos y agricultores, mantuvieron una larga tradición de comercio e intercambio de mercancías. En 1572, se fundó la feria dominical de Huancayo, que en la actualidad es la más importante de la sierra peruana.
De esta forma, con la formación de la República, los campesinos eran propietarios de tierras muy ricas para la agricultura y de grandes pastos para la ganadería. También fueron conocidos por sus grandes productos artesanales. Su independencia economía les permitía viajar, con mucha libertad, a zonas mineras para vender su fuerza de trabajo, obtener metales preciosos e intercambiarlos.
“Por todo esto, su horizonte mental era bastante amplio, lo que jugaría un importante papel en la movilización guerrillera del campesinado de esta región, durante la Independencia y en la guerra con Chile”.
Fuente: Nelson Manrique. Junín en la historia del Perú, publicado en «Junín, donde late el corazón del Perú»
Valle del Mantaro. Foto tomada de https://bit.ly/3qfU0Fw