Reseña | Jorge Miota. Al rescate de un escritor de entre siglos peruano. Estudio preliminar de Lucía Gómez. Lima: El Lamparero Alucinado Ediciones, 2025.

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Los rescates editoriales son oportunidades especiales para la revalorización de obras y/o autores que, por diferentes circunstancias, quedaron en el olvido. En el caso peruano, esto sucede con particular énfasis en el caso de los autores del siglo XIX y temprano XX peruano, de los cuales conocemos principalmente a un par de escritores canónicos. Es cierto, también, que las características de un emergente campo literario nacional dificultaron la consagración y mayor difusión de algunos de estos autores, los cuales, dadas sus circunstancias profesionales, realizaron otras actividades para vivir como, por ejemplo, el trabajo periodístico. El caso del cuentista, cronista y traductor Jorge Miota (Apurímac, 1971-Buenos Aires, ¿1926?) refleja este tipo de trayectoria vinculada con las letras y cuyos textos han sido rescatados, editados y recopilados en Jorge Miota. Al rescate de un escritor de entre siglos peruano, publicado por El Lamparero Alucinado Ediciones, y que está acompañado de un interesante estudio preliminar de Lucía Gómez, permitiendo conocer el contexto y relevancia de la obra del autor.

Un primer aspecto relevante con el que inicia el estudio preliminar es que. a la hora de abordar la obra de Miota, se debe señalar que este no era un escritor desconocido dentro del campo intelectual y literario peruano del periodo entre siglos, ya que personajes de la talla de Alberto Escober y Luis Alberto Sánchez reconocían su prosa singular de la de sus pares. Asimismo, varios de sus cuentos han sido recopilado en distintas antologías, lo cual da cuenta de su consideración entre sus pares y las generaciones siguientes. Curiosamente, uno de sus textos más aclamados, “La pared de enfrente”, no sería, como han señalado varios antologistas y estudiosos de la obra de Miota, un cuento del propio autor, sino más bien la traducción del cuento “Le mur d’en fase”, de Piere Loti, publicado en 1898. Resulta interesante preguntarse acerca de las razones de ese descuido que asoció la obra de Miota con un cuento francés cuya advertencia de que se trataba de una traducción estuviese en el documento original. Por otro lado, resulta importante destacar que este libro reúne la totalidad de la obra cuentística, crónicas y de traducciones del autor, a diferencia de las antologías de cuentos anteriores. De este modo, es posible conocer los rasgos no solo estilísticos del artista, sino también la manera de articular su sensibilidad literaria con temas y problemáticas contemporáneas a través de sus crónicas.

La importancia de las crónicas de Miota es el eje principal del estudio preliminar de Lucía Gómez, quien rescata esa faceta del autor y enfatiza de qué manera él observa las tensiones de la modernidad del entre siglos en el mundo y, particularmente, en el Perú. Este periodo, marcado por una serie de transformaciones tecnológicas y culturales acontecidas entre fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, generó una serie de discusiones alrededor del mundo, tales como la adopción de las nuevas tecnologías, la inmigración, la apertura a nuevos circuitos económicos y cómo todo ello afectaba, en definitiva, a los connacionales; en otras palabras, se comenzaba a debatir los efectos de esa globalización emergente al son del imperialismo no solo económico, sino también cultural. Esto último es apreciado a través de crónicas acerca del arte chino en Lima, los viajes e impresiones de otras ciudades, la descripción de la vida cotidiana y costumbres de Lima, así como en varios cuentos muy influenciados por la narrativa francesa, los cuales se evidencian desde el uso recurrente de ciertos nombres (Gastón, Elena), la mención a lugares, vestimenta, ropa y costumbres extranjeras ya sea francesa, europea o sobre Medio Oriente. Esto último es particularmente interesante, ya que permite acercarse a la percepción que autores peruanos tenían de dicha región mediada a partir del lente francés marcadamente orientalista. 

Todo ello se ve reflejado en el estilo del autor al momento de escribir sus cuentos y crónicas, dado que la prosa busca imitar demasiado los moldes de la narrativa francesa de su tiempo, lo cual puede observarse, por ejemplo, en la abundancia de adjetivos y descripciones de los entornos, personajes y acciones, así como en los tópicos que aborda en sus cuentos y crónicas, vinculados con un mundo burgués que vive en tensión con la modernidad y sus distintos efectos, ya sea los viajes constantes, el contacto con otros grupos y culturas -representado, por ejemplo, en sus varios cuentos que novelan episodios de la Biblia-, las dinámicas afectivas entre los personajes o la manera desdichada en que muchos de ellos terminan. En las crónicas, a su vez, se destaca el ritmo de la prosa del autor al momento de comentar los temas de actualidad, los cuales se convierten en la oportunidad del autor para expresar su parecer sobre dicha influencia en la vida cotidiana peruana. Esto es desarrollado en buena medida en el estudio preliminar antes mencionado, en el cual se destaca la posibilidad de “profanación” para subvertir y problematizar los asuntos abordados en dichas crónicas. De este modo, en ellas no habría una imitación de los modos de escribir crónicas europeos, sino más bien una oportunidad para experimentar con el lenguaje en búsqueda de una voz propia, por ejemplo, frente a la noción de progreso y linealidad histórica -con todas las implicancias que una mirada historicista puede tener con respecto a la visión de ciertas civilizaciones frente a otras-, así como a los valores burgueses y materialistas,  además de las expectativas puestas en los avances tecnológicos y de la comunicación.

En resumen, Jorge Miota. Al rescate de un escritor del entre siglos peruano es una recopilación de gran valor no solo literario sino también cultural. La faceta cuentista, cronista y de traducción del apurimeño permite analizar las tensiones de la modernidad y cómo se discutieron en la prensa peruana, ya sea mediante la ficción como la no-ficción. El carácter trasnacional de la literatura del entre siglos hace presencia tanto en el estilo como en los temas del autor, además de evidenciar el alcance de las “traducciones” -no solo de obras específicas, sino también del alcance de las influencias, preferencias y sesgos de determinadas tradiciones literarias europeas- en el Perú por parte de autores reconocidos en su tiempo, pero lamentablemente olvidados -o recordados erróneamente- en el canon peruano.

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